Los alumnos de Primaria, ESO y Bachillerato deberán pasar una evaluación final de ciclo.
La reforma educativa propone que la primera de
estas pruebas se realice a los ocho años de edad. Será común a todas
las autonomías y contará para la nota final (salvo en Primaria) un 30% y hasta un 40% lo tendrá la del Bachillerato, que será
determinante.
Las universidades deberán decidir si la prueba que se realizará a nivel estatal es suficiente para acceder a los grados o si es necesario aplicar un examen específico o entrevista previa a los aspirantes a determinados estudios.
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