Por qué habríamos de creer en la educación pública
1. ¿Por qué?
¿Por
qué habríamos de creer en la educación pública
cuando ya en la Educación Primaria en torno a 12 niños de cada 100 están en un
nivel por debajo del que les correspondería por la edad?
¿Por
qué habríamos de creer en ella cuando en 4º de ESO, 45 escolares de cada
100 han repetido en alguna ocasión?
¿Por
qué habríamos de tener esperanzas en la educación pública? Cuando 28 de cada
cien escolares abandona la Educación Secundaria Obligatoria
¿Por
qué deberíamos esperar algo de ella cuando el sistema educativo en nuestro país
no logra vencer las limitaciones derivadas del nivel socioeducativo de las
familias y reproduce casi como un calco las desigualdades sociales en el acceso
a la Universidad?
¿Por
qué deberíamos convencer y convencernos de la utilidad de la educación pública
cuando crece el desánimo y la desconfianza en la educación como instrumento
para asegurar el empleo y con él la posibilidad de que nuestros hijos puedan hacer
planes ilusionantes sobre su futuro?
2. Porque
si no… ¿Quién se iba a preocupar de ella?
¿Acaso
se iban a preocupar por la educación de las clases trabajadoras las élites
económicas de este país que gestionan, como directores y miembros de una amplia gama consejos de
administración, una riqueza equivalente al 80% de nuestro Producto Interior
Bruto?
¿Realmente
pensamos que vayan a pensar en la educación y el resto de los servicios públicos las cien familias más
ricas de España que no cesan de ganar dinero mientras crece como un azote el
número de familias que tienen todos sus miembros en paro?
¿Quién
se va a preocupar de la educación de casi dos millones de niños españoles, uno
de cada cuatro, que tenemos en nuestras aulas y que están sumidos en la pobreza
más severa como ponen de manifiesto las investigaciones llevadas a cabo por
organismos e instituciones nacionales e internacionales?
¿Se
va a preocupar por la escuela pública la élite política que envía a sus hijos a
colegios privados exclusivos muchos de los cuales, para escarnio de los
defensores de lo público, tienen concertada la enseñanza obligatoria pero
marcan distancias con el importe de las actividades que generan distinción y
les separan de la mayoría de conciudadanos?
¿Es
posible que el Partido Popular pueda convencernos de su interés por la Escuela
Pública cuando nos ha embarcado a todos, bajo el argumento falaz de la
necesidad de sacrificios para mantener el sector público, en una aventura
privatizadora que está provocando un descenso brutal en el nivel de vida de los
españoles que dependemos de unos salarios cada vez más exiguos e inciertos?
¿Cómo
podemos creer a un gobierno que ha nacionalizado Bankia a un precio que
desconocemos aún pero que no andará muy lejos del gasto en educación de todas
las administraciones públicas y familias en España, o que intenta reestructurar,
eufemismo de “rescatar”, el sistema bancario asumiendo como Estado una deuda
que no ha sido capaz de asumir para la sanidad y la educación públicas y para
otros sectores económicos como la minería?
3.
Debemos trabajar por el mantenimiento y la dignidad de la Escuela Pública
El
futuro de la Escuela Pública dependerá de los proyectos que concibamos para
ella, de las ilusiones que depositemos en ellos y de los ideales con cuya
realización nos comprometamos.
El
futuro de la Escuela Pública dependerá
de las necesidades que queramos que satisfaga y eso tiene que ver con el
compromiso que como profesionales de la enseñanza seamos capaces de establecer
en el terreno de la lucha por mantener y aumentar la calidad de la enseñanza
mejorando nuestra formación y extremando nuestra profesionalidad para luchar con
éxito contra el designio fatal de un futuro que va tan ligado a las
desigualdades de origen de nuestros escolares.
El porvenir
de la educación pública está inevitablemente ligado a la idea de una democracia
basada, como dice Henry Giroux en la creación de un mensaje de esperanza
articulado en torno a un lenguaje de la posibilidad que permita que todos,
padres, alumnos, profesores, hombres, mujeres, gentes de aquí o de algo más
lejos, hagan oír su voz y nos permitan conocer su idea del mundo para construir
juntos un lugar que aún no ha sido hecho posible.
Ánimo y
aguante que el camino es largo, pero con convencimiento y empeño, lo hemos de
andar juntos.
Interesante Blog.La difusión en educación,nunca es suficiente....evidente en la actualidad.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Nos anima a seguir en la lucha.
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